El formato digital ha revolucionado de una forma vertiginosa la fotografía de bodas en los últimos años. Ha pasado de ser un simple trámite de documentación del evento a ser, en ocasiones, un evento en si mismo.
En gran parte, esto se debe también a la evolución en cuanto a los medios de comunicación/difusión que tenemos a nuestro alcance. Bien sean redes sociales, páginas propias, servicios de mensajería instantánea etc…
En unos años, el reportaje de bodas ha pasado de ser simplemente un recuerdo en papel para disfrutarlo en la intimidad de nuestro hogar con nuestra familia mas cercana, a disponer de un formato con el que si queremos, podemos compartirlo con todo el mundo pulsando un simple botón. La utilizamos como portada de nuestro Facebook, como perfil de nuestro whatsapp y un sin fin de galerías que compartimos.
Debido a esto, los novios actuales ya no se conforman con el tipo de fotografías que se realizaban hace 20 años, quieren algo mas dinámico, algo que transmita realmente lo que ha sucedido en ese acontecimiento.
Ya no nos conformamos con poder hacer una descripción física de lo ocurrido. El ejemplo lo tenemos cuando esa pareja de novios después de pasados unos años les muestra el álbum de bodas a sus hijos. Los posibles comentarios son “Aquí está la abuela, mira que traje tan bonito llevaba”, “¿Sabes quien es este? Es tu tío Felipe. ¿No te acuerdas de el?” Realmente eran fotografías técnicamente correctas, pero solo hacían como hemos dicho antes una descripción física del evento.
¿Es eso lo que queremos ahora? Yo creo que no. Ahora queremos ver unas fotografías en las cuales podamos recordar no sólo como íbamos vestidos, sino también queremos ver como nos mirábamos, como sonreíamos, como nos divertíamos, las reacciones de los invitados. En definitiva, queremos volver a vivir las emociones que sentimos ese día y en la medida de lo posible poder también ver las emociones de los demás asistentes, que bien por los nervios o simplemente por la imposibilidad de estar en todas partes me perdí.
Por otra parte, nuestra cultura visual también está evolucionando gracias a que hemos podido ver a través de internet trabajos excepcionales de los mejores profesionales de todo el mundo y eso está haciendo que los novios cada vez entiendan mas de fotografía y sepan distinguir entre las distintas calidades que pueden ofrecer los fotógrafos actuales y cada vez más están anteponiendo la calidad al precio a la hora de contratar.
Gracias a eso cada vez salen mejores reportajes fotográficos y videográficos ya que cuando un profesional se siente valorado tiene una motivación extra que sumado al grado complicidad alcanzado con los novios hace que un trabajo pase de ser bueno a ser excepcional.
Hablando de complicidad con los novios... (Bueno, eso será en el próximo artículo)
Antonio Taza.